Antonio Vivaldi, Las cuatro estaciones en la catedral de San Esteban

En esta interpretación de Las cuatro estaciones de Vivaldi en San Esteban, escucha los suaves vientos y las violentas tormentas eléctricas, las voces de los pájaros y los ladridos de un perro, ¡la danza de caza y granjero que Vivalid dibuja en las partituras! Vivaldi sabía como ningún otro cómo crear imágenes musicales que estimulen la imaginación y cautivaran al público.

¿Dónde sería más apropiado interpretar «Las cuatro estaciones» de Vivaldi, una parábola sobre la vida y la muerte, que en la catedral de San Esteban de Viena, donde también se celebraron servicios fúnebres tras la muerte del compositor en 1741? Vivaldi llegó a Viena empobrecido en 1740, con la esperanza de entrar al servicio del emperador. Murió solo diez meses después y, por lo tanto, fue enterrado en Viena.

El Concierto para violín en mi mayor de J. S. Bach completa el programa, para el que el compositor tomó como modelo los conciertos de Vivaldi. Por lo tanto, contiene ecos de Vivaldi, por un lado, y el inconfundible espíritu musical de Bach con solos virtuosos, por otro. El diálogo entre las cuerdas y el solista crea una experiencia de concierto entretenida y fluida que completa maravillosamente las Cuatro estaciones de Vivaldi.